Hola, Sharon.
Bueno, ejem... si quieres que te sea sincero... me ha asustado un poco el título de tu pregunta, la verdad. Aunque ya sé que no era tu intención.
Y es que... eso de que te eche ojo el Creador... Me recuerda un poco aquellos tiempos del franquismo en que, en algunos colegios, conducidos por religiosos, se impartía a veces una visión de Dios como de alguien que te va vigilando, todo el día, a cada momento... pero ya en plan represor, ¿eh?; no como tu lo pintas. Incluso en el lenguaje popular, no sé en América, pero al menos por aquí sí, oímos expresiones tales como... "el jefe no te quita ojo, ¿eh? ¡Así que anda con cuidado!"
Porque, naturalmente, si tenemos una visión de un Dios que no para de vigilarnos, a ver si hemos mirado las piernas de una chica, a ver si hemos comido algo en el espacio de una hora antes de comulgar y luego hemos comulgado, a ver si no le damos un beso al trozo de pan que recogemos del suelo porque se nos ha caído, etc. etc. Que está siempre ahí al acecho a ver si haces "algo" para darte el palo merecido, justo castigo de tu pecado... Entonces, decía, puede parecer lógica la tentación de negar a Dios, ¿no? Sin duda muchos de esos ateos que vienen aquí a insultar a Dios, a criticarle, y todo eso, en el fondo son resentidos, se revuelven contra ese Dios tirano. Y cuidado, yo también estoy en contra de este Dios que siempre está vigilándote, controlándote, a ver si haces algo mal... Pero no caigo en el error de pensar que el verdadero Dios sea así. Si nos fijamos bien, el Dios de Jesucristo no es severo y formalista, ¡vaya diferencia con el Dios de los fariseos! E incluso, con el Yahvé del Antiguo Testamento. Es cierto que tanto el fariseo como el pecador (tipo prosΤituta, ladrón...) obran el pecado; pero los que cometen esos pecados que guardan relación con dejarse llevar por la naturaleza humana, están más cerca de Jesús que los que pecan por querer salir de la naturaleza humana, queriendo a toda costa ser lo que no son, mostrar lo que no son. No se puede tratar de ser otra cosa, a fin de cuentas Dios nos ha hecho como somos y así nos ama. Esto es fácilmente demostrable, basta observar en los Evangelios qué tipo de gente se le acerca más y se siente más necesitado de Jesús, y qué tipo de gente le hace la vida imposible y le persigue. Y ya tienen razón los evangelistas: mediante las obras no somos salvos, sino por la fe en Jesucristo.
Que Dios nos echa ojo no es bíblico. Nunca en la Biblia aparece, ni una sola vez, la mención de que Dios nos mira con un ojo. Por el contrario, siempre son los dos ojos. Ahora no me sé las citas bíblicas de memoria, pero sé que hay citas bíblicas de que "Dios nos mira con ojos de misericordia" y cosas así.
De pequeños nos decían en las escuelas que un ojo dentro de un triángulo equilátero, representa a Dios, a Dios Padre concretamente. FALSO. Por el contrario, este símbolo es satanista, en realidad representa a Satanás. Es el ojo de Horus, de la mitología egipcia. Es también el ojo que todo lo ve, el "gran arquitecto", el dios de la masonería, que en realidad es el mismo Lucifer o Satanás.
Dios prefiere un millón de veces más que haya mal en el mundo, con sus robos, asesinatos, etc., pero que seamos libres, que no que todos seamos "santos" pero que seamos robots. Dios nos ha dado la libertad. Sabe que, con ésta, podemos pecar o decidir que Cristo reine en nosotros. Pero así lo quiere. Pero el propósito del Nuevo Orden Mundial (perdón por lo de "orden", pero es así como le llaman; yo ya sé que en realidad es desorden) es diametralmente opuesto al de Dios. Es quitarnos la libertad a todos; con la excusa de que hay que evitar que haya crímenes, robos, secuestros, violaciones, tráfico de drogas, trapicheo, mangante sonante y campante, etc., impondrán a todos, grandes y pequeños, ricos y pobres, libres y esclavos, la marca de la bestia. "En cada aspecto de la vida en este planeta, desde la economía y el gobierno hasta la religión, existen fuertes indicaciones de que estamos más cerca que nunca del tiempo en el que se aplicará un sistema mundial de identificación." (Arno Froese). El ojo que todo lo ve es el príncipe de este mundo, por eso, los que mandan sobre él, secretarios (palabra que viene de "secreto") y ayudantes de dicho príncipe, Satanás, quieren tener el control absoluto sobre todo y sobre todos.
Rehusemos la marca de la bestia, y recibamos el sello de Dios. ¡Viva el Dios de Jesucristo! ¡Abajo el ojo que todo lo ve!
Saludos
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